Emprendimientos y comienzos con deudas (parte 2)

  • 01.12.2017

En el anterior artículo mencionamos algunas dificultades que pueden encontrarse en las empresas que recién comienzan sus operaciones, para abordar el desafío de administrar el crédito comercial, o las cuentas por cobrar.

Esos inconvenientes no se ven a menudo en aquellas compañías que venden a consumidores finales directos. La razón es porque los minoristas, han externalizado la labor del crédito a las instituciones financieras aceptando tarjetas de crédito para el pago.

 
Por ejemplo, cuando alguien compra zapatos, paga con una tarjeta de crédito en el momento de la compra. El emisor de la tarjeta le paga inmediatamente al local de zapatos con una tarifa de servicio, mientras que el cliente recibe aproximadamente 20 días de crédito antes de que venza su tarjeta de crédito. El negocio descarga así el riesgo de pago en la entidad emisora. Pero en las ventas mayoristas, los compradores piden una factura porque no hay una tarifa o penalidad si pagan tarde. Es crédito gratuito, y cuanto más grande es el cliente, más apalancamiento tiene.

 
Por ello, para evitar esos inconvenientes es importante contar con un buen plan para gestionar las cuentas por cobrar. Grupo Emac es un importante aliado para mantener el estado de las finanzas en orden, estableciendo una política clara de gestión de cobros, estructurando rápidamente la situación de flujo de caja para una mejora notable.

 
Hay muchos beneficios de tener sus cuentas en orden, pudiendo aumentar su capacidad para financiar nuevos clientes por diez, manteniendo su flujo de caja constante e incluso ayudando a asegurar más crédito y mejores condiciones de negocio con sus proveedores y acreedores.

 
Grupo Emac puede acompañarlo en la gestión de cobros, lo que le permite acceder a sus ingresos rápidamente, lo que hace toda la diferencia para hacer crecer un negocio.