La planificación y la puesta en acción de un plan para la gestión de cobros requieren de una inversión adecuada, agilizar las tareas necesarias y tener en cuenta un adecuado equilibrio de los costes necesarios para su implementación.

Por todo ello, elaborar una campaña requiere de una toma de decisiones inteligente por parte de los máximos directivos de una compañía para lograr la definición del plan en un camino rentable para las aspiraciones de la compañía. Las acciones más relevantes en la definición del plan y que requieren una atención especial desde el inicio mismo de la campaña son:

Recopilar información sobre los clientes. La recolección de datos es fundamental, porque luego terminan siendo determinantes en momentos complejos donde se deben tomar decisiones en tiempo real teniendo en cuenta al cliente con quien están desarrollando la comunicación.
Automatizar determinadas tareas, aumentando la productividad dentro del departamento de cobro con un menor coste invertido. Por ejemplo, envíos automáticos de mailings, o plataformas digitales de acceso a la información de clientes de la empresa, o el envío de facturas electrónicas, entre otros puntos.
Analizar las decisiones que se hayan tomado al tratar con un deudor para identificar la existencia de errores humanos. El conocimiento de este tipo de fallas permite intentar gestionar de otra manera el caso.
Anticipar los efectos que generará la nueva campaña o estrategia en el trabajo diario. Es decir, prever el impacto que traerán consigo las nuevas reglas para gestionar los cobros, tanto internamente en nuestra compañía como en relación a nuestros clientes y sus posibles respuestas.

Estas son algunas de las acciones fundamentales en el plan de cobros. En el siguiente artículo continuaremos detallando más acciones que resultan decisivas en nuestra campaña de cobros.